lunes, 22 de octubre de 2012

Ojos tristes de miel

   Te convertiste en globo para subir al cielo de las almas puras,
todo fue tan rápido que no tuve el momento para prepararte algo para el viaje solo pude darte algo para el frío…

  El verde siempre  fue tu acompañante para ti las buenas y las malas no existían allí encontrabas descanso…

  Cuando te despedí cuatro sombras me acompañaban entre tanta oscuridad y te encontré en un manto de soles, lunas y estrellas
donde solías dormir y jugar ahora solo espero que el sufrimiento que cargaste en tu partida no te acompañe y que esos ojos de miel tristes de Rottweiler sigan cuidándome…







sábado, 22 de septiembre de 2012

La primera letra del abecedario


   Valor…

   Valor es lo que no tengo…

   Valor es elegir entre dos posibles finales...

   Valor, esa parte invisible, esa parte inservible…

   Cobardía. Esa parte que me mantiene alejada del mundo… y de ti…

   Insensatamente elegí la opción B ¡Porque las “A” no me caen bien! Siempre han quedado de primeras…




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jueves, 6 de septiembre de 2012

Éramos tan estúpidos


   Éramos tan estúpidos que no sabíamos que éramos felices... Si lo hubiésemos sabido entonces habría hecho lo posible por bajar de ese barco antes y quedarnos en tu carro sin importar el frío de la noche


   Fuimos tan estúpidos que sonreíamos al vernos solo para hablar de tonterías en el porche mientras nos besábamos hasta que la noche no diera más minutos y tú tuvieras que marcharte…




   Simplemente fuimos estúpidos porque no notamos que esa sonrisa era la felicidad que dejamos morir con olor a perfume dulce y una cadena perdida entre los asientos del carro, junto con esos sentimientos que dijiste no creías volver a sentir.


   Fuimos tan estúpidos que dejamos que el brillo en los ojos y los abrazos con salto largo desaparecieran entre la distancia y el tiempo, nuestra arrogancia y el orgullo.





lunes, 27 de agosto de 2012

Amantes efímeros


   Exposición de cuerpos muertos en vida
Tras una vitrina manchada, sucia, ensangrentada llena de dolores ajenos…

   Sádicas y complicadas adicciones, viciosas y perversas de mirar a los ojos y encontrar en ellos la poca realidad que no se dice, que no se expresa, la verdad que grita encarcelada del otro lado de esos pequeños vidrios acuosos…

  Esa verdad que se encierra y pocas veces se libera y que liberada es una enfermedad placentera... Y su cura ¡¿Cuál cura?! Después de la cuarentena solo queda  retorcer cada fibra del corazón, desarmarlo, desmembrarlo y pegarlo con banditas adhesivas.

   Cuerpos expuestos, claros y oscuros, muertos con pulso, vivos sin alma, amantes efímeros…





Invitación


miércoles, 22 de agosto de 2012

Empty apartment


La pequeña ciudad llamada Soledad

Espacio en negro


el "Espacio en negro" de Melissa Wolf

Quita carta para ti:
Escribo esta carta desde Argentina, ya casi termina mi viaje y me río al pensar que cuando leas esto yo ya tendré tres semanas en Caracas trabajando como loca. En realidad, si te guías por mis cartas parecería que mi viaje duró tres meses, pero no es cierto. Hago esta aclaratoria para que no me vayan a secuestrar por la calle pensando que soy millonaria o algo así.
Ok, estoy en Buenos Aires, pero antes de llegar aquí pasé por Córdoba y La Rioja, el estado más pobre de Argentina. Salí de Brasil de noche y en la ruta al aeropuerto casi nos estrellamos contra un autobús. Creo que no era un buen día para morir porque milagrosamente el taxi logró detenerse. El vuelo tuvo muchísimo retraso y el aeropuerto de Porto Alegre es muy pequeño, así que fue un poco incómoda la espera. Llegamos a las 3 de la mañana a Córdoba y estaban los amigos de mis padres esperándonos. Te explico: yo estaba en esa ciudad con mi hermana porque mi mamá es coleccionista de cactus y había un encuentro de 19 amantes de esas plantas en Córdoba. Ahora bien, ¿qué hacía yo allí? Digamos que Dios jugó a las cartas con Luci (fer), m apostó y perdió. Salimos en una expedición por carretera a través de La Rioja, viendo desiertos helados y montañas nevadas, casas tan pobres que no entiendes cómo se sostienen en pie, mucha sequía, esqueletos de ganado y sobre todo cactus. Me divertía a ratos porque los paisajes eran preciosos y totalmente desconocidos para mí, pero a ratos también odiaba mi vida y me provocaba romper a llorar. Estaba en un carro sin aire acondicionado tragando polvo por carretera de tierra, enferma del estómago después de comer un asado que casi acaba con mi tolerancia a la carne y rodeada de gente que pretende que te apasiones algo tan espinoso como un cactus. Fueron 5 días de carretera sin fin en los que dormí en el peor hotel que he pisado en mi vida. El Gran Hotel Victoria en el pueblo Chamical. Si esto viva es porque procuré no tocar nada ni respirar ni mirar. Pero estoy viva y en Buenos Aires. Esta ciudad merece una carta especial, así que tendrás que esperar una semana más.

sábado, 28 de enero de 2012

Fábula del dragón


Esta fábula la encontré entre unos recortes de periódicos viejos, es del lunes 27/01/2003 (casualmente para la fecha de hoy hace nueve años, que increíble). No sé de dónde salió igual su autor firmante era Wilfredo Machado
A mí me gustó. Espero les agrade también.

Mientras encajaba una afilada escarpia en una cuaderna mal sujeta al Arca, Noé vio llevar a un dragón arrastrándose sobre las arenas del desierto. Era diez veces más grande que un caballo y tenía el cuerpo cubierto de escamas que resplandecían bajo la luz del atardecer. Noé observó con admiración y miedo. De sus fauces salía una columna de humo blanco que ascendía bajo los últimos rayos de luz. Los ojos del dragón permanecían inmóviles, con la mirada extraviada en el desierto. Notó que los ojos tenían la blancura lechosa de la muerte y comprendió al mismo tiempo el largo y penoso camino de la ceguera.
Entonces el dragón habló:
- He atravesado la mitad de la tierra para conocerte, pues tu fama se ha extendido por todo el mundo. He visitado los oráculos y las sibilas; he conocido los mapas astrales; las teratologías, las rutas del sueño y el olvido, para llegar hasta ti, el más pequeño e insignificante de los hombres que pueblan la tierra. En lejanos países que nunca conocerás hay hombres como tú, sueñan con el día de la muerte. Sirenas con cabezas de pez y cuerpo de doncellas, animales que hablan Dios, vísceras donde leer el futuro como un libro abierto, sabios que han visto tu viaje el brillo del Sirio, constelación de lobos en celo aullándole a la noche. Aún es tiempo de romper los designios divinos y dejar que parezca la raza de los hombres y las bestias.
- Tú también morirás – Le respondió Noé.
- Otra vez te equivocas como el más iluso de los mortales. No puedes matar lo que no existe.
Noé pasó su mano por el rostro lleno de sudor buscando en la escasa luz una respuesta; cuando la bajó estaba solo frente a la mancha roja del desierto. El dragón había desaparecido con la noche. El viento borraba las huellas en la arena. Noé vio la sombre que se perdía detrás de las dunas cuando comenzaban a brillar las primeras estrellas.