Éramos tan estúpidos que no sabíamos que éramos felices... Si lo hubiésemos sabido entonces habría hecho lo posible por bajar de ese barco antes y quedarnos en tu carro sin importar el frío de la noche
Fuimos tan estúpidos que sonreíamos al vernos solo para hablar de tonterías en el porche mientras nos besábamos hasta que la noche no diera más minutos y tú tuvieras que marcharte…
Simplemente fuimos estúpidos porque no notamos que esa sonrisa era la felicidad que dejamos morir con olor a perfume dulce y una cadena perdida entre los asientos del carro, junto con esos sentimientos que dijiste no creías volver a sentir.
Fuimos tan estúpidos que dejamos que el brillo en los
ojos y los abrazos con salto largo desaparecieran entre la distancia y el tiempo, nuestra
arrogancia y el orgullo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario